El McLaren MP4-12C equipa un V8 de 3.8 litros, sobrealimentado con dos turbocompresores, con los que desarrolla una potencia de 600 Cv y un par máximo 600 Nm. Según la firma, el 80% del par está disponible desde las 2.000 rpm.

Está unido a un cambio automático de doble embrague de siete velocidades, con levas en el volante, que tienen un funcionamiento similar al de los monoplazas de F1: si se tira hacia el conductor se aumenta de marcha, si empuja se reduce; la leva izquierda funciona al contrario. De esta manera, se evita el problema de tener las manos ocupadas cuando toca cambiar.
Además, tiene una función, denominada «Pre-Cog», cuyo objetivo es informar al cambio -mediante una pulsación suave en la leva- de que pronto se va a requerir un cambio de marcha. De esta forma, el cambio de marcha se realiza de una forma más rápida cuando se pulsa una segunda vez la leva.
A excepción de sus emisiones contaminates de sólo 300 gr/km de CO2, McLaren no especificó con detalles las cifras de rendimiento del MP4 12C, pues sólo se limitó a decir que la velocidad máxima sobrepasa los 320 km/h y que el 0 a 100 km/h está en el rango de los “tres segundos y algunas décimas”.
Estéticamente, en este superdeportivo con estilo minimalista destacan la apertura de puertas en forma de tijera, el parachoques-branquias delantero y las luces traseras formuladas como una tira de LEDs.
La aerodinámica, en tanto, ha sido bastante cuidada, con un fondo plano, difusor aerodinámico trasero, salidas de escape colocadas en una zona alta de la parte trasera (para optimizar el funcionamiento del difusor) y un alerón móvil (que sube o baja en función de la velocidad). Este último, tiene una función de aerofreno, que cuando se realiza una frenada de emergencia asciende hasta su posición de mayor altura para oponer una mayor resistencia al avance.
El chasis, llamado Carbon MonoCell, está compuesto por una célula longitudinal de fibra de carbono, a la que van fijadas el motor y la suspensión, que es independiente con paralelogramo deformable en ambos ejes. Los amortiguadores están conectados entre sí mediante un sistema hidráulico, que tiene por objeto reducir los movimientos verticales de la carrocería.
Los frenos de disco están realizados en aluminio forjado (la parte central, donde va sujeta la llanta) y en hierro (la superficie de fricción). Opcionalmente, habrá disponibles unos frenos de discos cerámicos.
Finalmente, vale destacar el interior, inspirado en la Fórmula Uno, donde llama la atención: la consola central flotante, que en su superior dispone de una gran pantalla y un mando multifunción, que sirve para manejar ciertas funciones del coche y del equipo de sonido. La ubicación de los mandos del climatizador, en tanto, se ubican en la puerta.
El volante deportivo de tres radios deja paso a un cockpit fino, centrado sobre un dial con un tacómetro analógico y un velocímetro digital. Las otras dos partes muestran datos del coche como la autonomía, el consumo, la temperatura, etc. Los asientos son unos sencillos baquets deportivos forrados en piel.
Super Car: Devon GTX
La industria automotriz americana no se detiene (afortunadamente), y las propuestas independientes tampoco, para la muestra, un súper deportivo que ya viene haciendo meritos para posicionarse en lo más selecto de su segmento: el Devon GTX.


El Devon GTX es producto del ingenio del constructor Devon Motorworks, en colaboración con el talentoso diseñador sueco Daniel Paulin (afamado por su trabajo en Ford), para crear un súper auto que evoca la esencia de los clásicos deportivos americanos, en armonía con líneas de avanzada, que dan como resultado un impecable diseño.
Este imponente biplaza emplea una estructura en fibra de carbono, lo cual le brinda un peso reducido, y mayor aprovechamiento por cada caballo de potencia generado por su motor. Rendimiento que ya dio sus primeros resultados, al imponer el record de vuelta para autos de producción el circuito de Laguna Seca, superando los registros de bólidos de la talla del Porsche 911 Turbo y el Nissan GT-R.

El Devon GTX está dotado de un motor V10 de 8.4 litros de desplazamiento, que desarrolla 650 caballos de potencia a 6100 rpm, acoplado a un sistema de transmisión manual de seis velocidades que encausa toda su energía hasta las ruedas traseras.
Luego de la presentación del Devon GTX en el afamado Pebble Beach Concours d'Elegance, la expectativa generada por su entrada en el mercado ha sido consecuente con el desarrollo final del súper deportivo, cuyas primeras unidades (de 36 producidas anualmente) estarán disponibles en el primer trimestre del 2010 a un precio de 500.000 dólares.




Tramontana R Edition
Este súper deportivo encauza toda la energía de su motor hasta las ruedas de 20 pulgadas gracias a un sistema de trasmisión secuencial de 6 relaciones, que le permiten acelerar de 0 a 60 mph en solo 3.6 segundos o alcanzar una velocidad máxima de 202 mph. Prestaciones que no solo estarán al alcance de quien pague los 542.000 dólares de su precio, sino también del que aguarde una de las 12 unidades que se producirán al año.




