Búsqueda personalizada

2 de octubre de 2009

Vehículo propulsado con hidrógeno supera las 300 mph


Un vehículo propulsado con hidrógeno logró alcanzar la velocidad de 302.877 mph (484,603 km/h), estableciendo así el récord para este tipo de “autos”.

Se llama Buckeye Bullet 2, y fue totalmente diseñado y construido por estudiantes de ingeniería de la Universidad de Ohio, con apoyo de varios patrocinantes y de la misma universidad. La prueba se llevó a cabo en el desierto de Bonneville Salt Flats (que es donde suelen hacerse ese tipo de pruebas).

El vehículo utiliza hidrógeno y oxígeno como fuente de energía, que al combinarse mediante un proceso químico generan electricidad. Esa electricidad alimenta un motor eléctrico de 700 caballos, el cual da el empuje necesario para alcanzar tales velocidades. El producto de usar esa tecnología, además de la electricidad generada, es solamente agua y calor.

Esta es otra demostración de lo eficiente que puede ser el uso de energías alternativas, que se están estudiando para reemplazar a los contaminantes combustibles fósiles.

En el video se muestra al Buckeye Bullet 2 en acción para lograr su récord.


Enlace: Buckeye Bullet 2


Coches híbridos recargables de Volvo

Volvo presentará el próximo 2012 un híbrido enchufable producido en serie. Utilizando únicamente la energía eléctrica de la batería cubrirá las necesidades diarias de transporte del 75% de los conductores europeos.

Para mayores distancias, se pondrá en marcha automáticamente un eficaz motor híbrido diésel. Combinados pueden alcanzar los 1.200 km. Se calculan unas emisiones de dióxido de carbono de 49 gramos por kilómetro, con un consumo de combustible de 1,9 litros cada 100 km.

Los híbridos recargables son un tipo de vehículo atractivo que ofrece al usuario lo mejor de las líneas motrices convencionales y de las propulsadas por energía eléctrica: consumo de carburante y emisión de CO2 extremadamente bajos, combinados con un gran rendimiento y con la capacidad de recorrer una larga distancia.

Energía eléctrica con emisiones de CO2 próximas a cero

La electricidad es un combustible muy adecuado para los vehículos. El motor eléctrico tiene un índice de eficiencia alto y consume aproximadamente una quinta parte de la energía consumida por un motor que utilice combustibles fósiles. Los vehículos híbridos recargables de Volvo serán propulsados por un robusto motor eléctrico alimentado por una batería Li-Ion. Además, cada vez que el coche frena se genera electricidad adicional.

La batería se recarga cómodamente en casa a través de un enchufe convencional. La electricidad es un combustible mucho más barato que la gasolina o el diésel, lo que permite costes operativos bajos. La recarga de la batería dura aproximadamente cinco horas.

La distancia recorrida será de aproximadamente 1.200 kilómetros, prácticamente lo mismo que un vehículo diésel convencional. Será capaz de recorrer hasta 50 kilómetros utilizando únicamente energía eléctrica y, mientras funciona la batería, las emisiones de escape serán nulas. Si se recarga la batería usando electricidad procedente de fuentes renovables, la emisión neta de CO2´será cercana a cero, incluso desde la perspectiva de su ciclo vital. Los distribuidores de Volvo ofrecerán un contrato especial para el suministro de energía renovable a aquellos clientes que compren un híbrido enchufable. Este contrato se ha firmado en colaboración con Vattenfall, proveedor sueco de energía eléctrica y socio de la compañía.

Motores diésel eficientes como complemento

Como complemento del motor eléctrico, se ha colocado también un motor Volvo diésel de bajo consumo bajo el capó. Éste se optimizará para funcionar con diésel sintético renovable y cumplirá las dura normativa futura en materia de emisión de gases.

El motor diésel puede funcionar solo o en combinación con el motor eléctrico para un uso óptimo de la potencia y la energía. Por ejemplo, el motor diésel puede ayudar o reemplazar al motor eléctrico cuando la velocidad sea alta o cuando se termine la carga de la batería, mientras que el motor eléctrico puede ofrecer potencia adicional cuando el motor esté funcionando a escasas revoluciones. La capacidad de combinar estas dos fuentes de energía nos permite ofrecer al usuario un alto rendimiento y un uso exento de problemas.

La mayoría de los desplazamientos en coche cubren distancias cortas: de casa al trabajo y del trabajo a casa. Esto significa que los futuros híbridos recargables de Volvo satisfacen las necesidades de transporte de la mayoría de los usuarios. En distancias mayores, el motor diésel arranca automáticamente, otorgando al coche las mismas propiedades y recorrido que un vehículo diésel convencional.

Según el ciclo de conducción estandarizado por la certificación NEDC, las emisiones de CO2 de un híbrido enchufable Volvo serán inferiores a 50 gramos/kilómetro. Con emisiones inferiores a 50 gramos de CO2/kilómetro obtendrán probablemente los mejores incentivos en muchos países de Europa. Además de la desgravación fiscal, estos países ofrecerán un descuento de aproximadamente 5.000 euros sobre el precio de compra. Esperamos que esta iniciativa se establezca como estándar también en el resto de Europa.

La capacidad eléctrica actual cubre las necesidades.

Los híbridos recargables consumen menos electricidad de lo que la gente cree. La verdad es que un solo parque eólico de mediano tamaño puede producir energía eléctrica renovable para abastecer el consumo anual de 1.000-2.000 híbridos recargables de uso normal. Incluso un gran número de híbridos recargables podrían abastecerse en sus desplazamientos con la capacidad existente en la red eléctrica. Si el 15% de los vehículos europeos fuesen híbridos recargables , las necesidades totales de energía eléctrica sólo aumentarían entre un 1% y un 3%.

Con pequeños ahorros de energía domésticos, por ejemplo apagando el ordenador y el televisor durante la noche y usando bombillas de bajo consumo, las necesidades totales de energía podrían mantenerse probablemente a los niveles actuales.

Volvo Car planea lanzar híbridos enchufables en 2012




Sandía como fuente de combustible



Transformar en combustible ecológico residuos que de otra manera se convertirían en un contaminante. Éste es el objetivo de diversas empresas y grupos de investigación en todo el mundo. En algunos casos, la materia prima parece más obvia, como los aceites de cocina usados, pero otras veces los investigadores se basan en los productos más insospechados.

Esa rica, dulce y refrescante agua de la sandía, podría en el futuro ser una posible fuente de etanol y disminuir la necesidad de la gasolina que hay en el mundo.

Durante varios años, investigadores han estudiado la idea de convertir esta fruta en una alternativa de biocombustible. Con los últimos hallazgos, la idea es más clara y es una realidad. Sus azúcares simples pueden convertirse en etanol.

Normalmente, este tipo de biocarburante es producido a partir de cultivos como el maíz o el azúcar, como una alternativa de combustión limpia a la gasolina. Ahora la sandía se suma a la lista.

El Servicio de Investigación de Agricultura (ARS), en Lane, Oklahoma, ha estudiado el proceso durante años, y el químico Wayne Fish asegura que al fermentar la glucosa, fructosa y sacarosa del jugo de esta fruta, y después de extraer el licopeno y la citrulina, queda el etanol.

El nivel de azúcar en una sandía es de por lo menos 10 por ciento, y esos azúcares que son simples azúcares, pueden ser inmediatamente utilizados para convertirlos en etanol. Por ejemplo, con el maíz se tiene que hacer un proceso en el almidón de este y procesarlo para poder extraer el etanol, con la sandía es completamente diferente.

Según el ARS, por lo menos en el país cada año, los agricultores cosechan 4,000 millones de libras de sandía, y por lo menos 800 millones de libras o el 20 por ciento del total, se quedan en los campos exteriores a causa de defectos o deformidades. Es decir, no se venden y esta investigación podría ayudar a buscar alternativas para impedir el desperdicio de esta fruta.

En promedio, unas 20 libras de sandía producirían alrededor de 1.4 kilos de azúcar de la pulpa y la corteza y por lo menos 10 toneladas de sandía serían unos 85 galones de etanol.

Sandías: del campo a nuestro estanque de combustible