Siempre hay que agradecer que no existan daños personales, pero que un Bugatti Veyron acabe nadando en un lago o diversos Ferrari carbonizados en incendios son auténticas desgracias automovilísticas, y no pueden calificarse de otra manera. En esta ocasión la culpa es íntegramente de conductores con poco aprecio por sus vidas y por sus monturas: cualquiera no debería estar capacitado para conducir un vehículo, y mucho menos si hablamos de deportivos de casi 500 CV como es el caso de estos Ferrari California.
En las calles de la ciudad búlgara de Sofia, y durante un evento promocional (o al menos eso parece con la serigrafía promocional de Marlboro sobre los deportivos rossos), a uno de los conductores integrantes de la comitiva se le fue un poco la mano al dar demasiado gas en una curva. Los 460 CV del Ferrari California, desbocados y sin control, se abalanzaron primero sobre un vehículo que circulaba por el carril contrario y posteriormente acabando directamente sobre un bulldozer en uno de los primeros incidentes que se tiene constancia a lomos de un California.
El resultado lo podéis ver en el primer vídeo: no apto para aficionados apasionados y demasiado sensibles. Claro que la historia no comenzaba demasiado bien si os fijáis en el segundo vídeo, con los Ferrari quemando rueda en un aparcamiento público y poniendo en peligro la seguridad de los demás conductores al incorporarse a la carretera, donde no ha habido un accidente por puro milagro. Con lo fácil que es alquilar un circuito y dar rienda suelta a nuestro ímpetu durante unas cuantas vueltas…
Vía: Carscoop | Wrecked Exotics