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30 de agosto de 2011

Podrían estar pensando en diseñar un motor bóxer de ocho cilindros

Los mandamases de Porsche han admitido a Autocar que podrían estar pensando en diseñar un motor bóxer de ocho cilindros para su futuro rival del Ferrari 458 Italia del que ya hablamos hace unos meses. Wolfgang Hatz, responsable de investigación y desarrollo de Porsche dejaba caer en la presentación del nuevo 911 que “Un motor así es posible. Necesitamos llegar bien equipados a este mercado“.
Tras estas declaraciones, Mathias Müller aseguraba la semana pasada que estaba irritado por el hecho de que Porsche no tuviera ningún competidor de Ferrari en el mercado de superdeportivos de 250.000 euros en adelante y que había hueco para un modelo altamente competitivo como lo fue en su día el 959.
Los propios ingenieros de Porsche saben que el seis cilindros bóxer no puede ampliar su cubicaje mucho más allá de los 4 litros y que para competir en un segmento tan específico, dominado por Ferrari, un ocho cilindros es un requisito indispensable.

Dar el paso hacia un motor de ocho cilindros sería un buen movimiento para diferenciar el nuevo modelo de su buque insignia, el Porsche 911 y de la próxima generación del Porsche Cayman. Según parece, la creación de este ocho cilindros estaría facilitada por el diseño, ya en curso, del nuevo cuatro cilindros para los próximos roadster de acceso a la gama, un motor que sería modulable y permitiría ampliarse hasta seis u ocho cilindros.
La marca de Stuttgart ya desarrolló en 1969 dos versiones bóxer de ocho cilindros del 914 de motor central. Una de ellas fue un regalo para Ferry Porsche por su sesenta cumpleaños y la otra se conserva en el Porsche Museum de Stuttgart.
Vía | Autocar

Kyle Busch pierde el carné de conducir por pisarle a un Lexus LF-A

Los pilotos están acostumbrados a conducir a velocidades que nosotros solo hemos visto en algún velocímetro, y quizá por eso alguno crea estar autorizado para saltarse las normas de tráfico ampliamente. Ya hemos visto algunos casos, como el de Lewis Hamilton.
El último ha sido Kyle Busch, una de las estrellas de la NASCAR, que decidió que podía circular con un Lexus LF-A, que le había dejado un concesionario, a 206 kilómetros por hora en una zona limitada a tan solo 72 km/h (45 milla por hora). No sabemos cómo es la carretera por la que circulaba a esa velocidad, las condiciones meteorológicas que había en el momento de la infracción o si había mucho tráfico, pero el caso es que se le acusó, además de exceso de velocidad, de conducción imprudente.
El juicio ha tenido lugar hace un par de días, y la condena consistirá en la retirada del carné de conducir durante 45 días, una multa de 1.000 dólares y la obligación de realizar 30 días de trabajos comunitarios. Cada cual podrá pensar si a Kyle Busch le ha salido barato, o no, saltarse las normas.
Dicho esto, el debate que se algunos están planteando a propósito de la temeridad de Busch, es si es lógico que los límites sean iguales para todos, sean quienes sean y conduzcan el coche que conduzcan. Es cierto que las habilidades de este piloto superan con mucho a las de un conductor medio, y lo mismo se puede decir del coche, pero, ¿le autoriza eso a ir más rápido que el resto? ¿Sería justo para el resto de conductores? ¿Y seguro? Yo os adelanto que creo que no.
Vía | GT Spirit
En Motorpasión F1 | NASCAR Racing

Tamara Ecclestone ya tiene un Ferrari 599 GTO

No es la primera vez que la adinerada heredera de un imperio recibe un deportivo de altas prestaciones como regalo. La última de la que hablamos fue Paris Hilton, que hace ya unos meses que disfruta de su nuevo Lexus LFA. Pues bien la última en recibir un presente en forma de superdeportivo ha sido Tamara Ecclestone, una de las hijas del magnate de la Formula 1.
El coche en cuestión es un precioso Ferrari 599 GTO, en color gris, con el interior tapizado en beige y negro. Por la fotografía parece que a la muchacha le hace mucha ilusión el regalo, suficiente como para salir a la calle con esa vestimenta tan informal, con la que proyecta una imagen muy distinta a la que estamos acostumbrados a ver por los circuitos de medio mundo.
Seguramente muchos nos hemos dejado llevar por el cándido aspecto de esta modelo, y hayamos dado por hecho que no está preparada para conducir un coche con motor central delantero V12 de 620 CV, pero ¿y si nos estamos equivocando? Quizá resulte que siendo su padre quien es, Tamara Eccelstone sea una aficionada al mundo del motor, y tenga las cualidades y el entrenamiento necesarios para hacerse con semejante deportivo.

No me entendáis mal, por algo digo que quizá, y no que seguramente, pero lo que trato de decir es que creo que no deberíamos prejuzgar a nadie por su aspecto, y suponer que por el hecho de que sea una modelo no va a ser capaz de controlar su regalo de tracción trasera.
Hay que tener en cuenta además, que los superdeportivos han cambiado mucho en los último años, y creo que una de sus principales evoluciones es que ahora una persona con unas nociones básicas de pilotaje puede disfrutar lo que estos coches pueden ofrecer. La electrónica que ahora incluyen, así como la posibilidad de regular su nivel de intrusismo tienen mucho que ver en esto.
Esto no significa que de cualquier manera yo no siga creyendo que para adquirir unas nociones básicas es necesario realizar algunos cursos de conducción, y que a partir de una relación de peso/potencia, estos debieran ser obligatorios.
Vía | Mirror, GT Spirit

Fuente motorpasion.com 

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