Este coche, cuyo valor se disparará con los años, es un homenaje al Ferrari 330 LM carrozado por Fantuzzi que apareció en el corto “Toby Dammit”, dirigido por Federico Fellini. Su estilo tiene un poco de muscle por la parte trasera, recuerda a los pepinos americanos de los años 60, 70 y 80.
El color elegido ha sido el dorado, le viene al pelo. No tiene modificaciones en el propulsor V12 de 620 CV del 599 GTB, y evidentemente puede circular por carretera. La diferencia de peso respecto al modelo del que deriva es de tan solo 20 kg, se ha reforzado para tener resistencia estructural sin el techo (es un targa).
En cuanto a su coste, imagino que ha sido astronómico. ¿Cuánto valdría este coche en eBay dentro de 20 ó 40 años? Hasta le recuperará el dinero. No es la primera vez que Ferrari hace un coche a medida, tenemos antecedentes como el Ferrari 612 P4/5 o los Ferrari 456 Venice Station Wagon.
Fuente | Coach Build
Los cabrios no son para el verano
Al menos en España. En nuestro país, las condiciones climatológicas hacen que las mejores estaciones para usar un cabrio descapotado no sea el verano, sino la primavera y el otoño. Ahora que las temperaturas son más suaves, se convierte en un auténtico placer conducir a cielo abierto, disfrutando de los tonos que ofrecen los paisajes y dejando que el viento se cuele un poco en el habitáculo de nuestro coche.
En otros países del norte de Europa, como Inglaterra o Alemania, llama la atención en gran número de coches descapotables que circulan por sus carreteras. Y es que son ellos los que tienen climas más propicios para este tipo de coches, aunque “a priori” podamos pensar lo contrario.
En España es habitual cuando llega el verano, ver a gente rodando por nuestras ciudades descapotados. Lo que debería ser un placer, llega en ocasiones a convertirse en una tortura, ya que las temperaturas que tenemos en España, hacen que a 30 grados centígrados, parado en un semáforo descapotado, te conviertas con facilidad en un “huevo frito” sentado en el asiento de tu coche.
Son muchos por tanto los conductores que tienen mal cogido el concepto de lo que es disfrutar de un cabrio. Durante el verano, solo cuando el sol se ha metido en el horizonte es cuando realmente puedes disfrutar de la conducción descapotada.
Preparar el coche para rodar descapotado
Ahora ya ha llegado el otoño, lo notamos en las hojas de los arboles que ya están marrones y llenan las cunetas de las carreteras. Un día de otoño en el que la lluvia respete, es el momento idóneo para descapotar el coche y darse una vuelta disfrutándo.Da igual que la temperatura exterior apenas llegue a los 5 grados. Hay que preparar debidamente el coche. Lo primero, conseguir una altura del asiento que te permita ir lo suficientemente bajo, de forma que el aire que desvía el cristal delantero se escape por encima de tu cabeza.
Lo siguiente, echar mano del climatizador. Una temperatura excesiva del climatizador cuando rodamos con la capota cerrada puede ser la temperatura perfecta cuando el techo está escondido en el maletero. Lo perfecto es configurar el flujo de aire de forma que se distribuya uniformemente desde la parte de abajo del habitáculo hasta la parte más alta. Si el aire caliente sale por las piernas, tiende a subir y llegar al resto del cuerpo.
Son básicos para evitar que el aire se cuele en el habitáculo, y gracias a ellos, podremos conseguir que un paseo infernal con “pelos de loco” se convierta en un placer dónde apenas notemos el aire del exterior.
Para conseguir el efecto necesario de aislamiento, también debemos llevar todas las ventanillas cerradas. Muchas veces veo a gente descapotada con todas las ventanillas bajadas, con un auténtico torbellino de viento en el interior del coche, comodísimo. Los cabrio de hoy en día suelen tener un botón “maestro” que sube al mismo tiempo todas las ventanillas, para evitar el molesto aire.
Los asientos calefactados también deberían formar parte del equipamiento de serie de cualquier descapotable, y en caso de no ser así, deberían ser el elemento fundamental de la lista de opciones. Son el acompañante perfecto cuando la temperatura exterior es muy baja, y en algunos casos estas calefacciones se han convertido en sistemas de aire caliente para la nuca de los pasajeros (Mercedes SLK).
Para rizar el rizo, también hay coches que tienen el aro del volante calefactado. Y por último, no debemos olvidar que para disfrutar de un cabrio a temperaturas bajas, un abrigo fino que permita conducir cómodamente y proteger el cuello, así como una gorra o un gorro, son los complementos necesarios para disfrutar del placer de conducir descapotado.
En Motorpasion | Cabrios
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